Bill Gates ha elegido un momento estratégico para anunciar la creación de un fondo de inversión de mil millones de dólares para el fomento de las energías verdes. En esencia, busca innovar en este campo, tan necesario para luchar contra el cambio climático, cuya cuenta atrás no admite demoras, como vulnerable de cara a las nefastas expectativas que augura la llegada al poder de Donald Trump.
Días antes del anuncio del mismo, el magnate de la informática mantuvo una conversación telefónica con Trump, en la que estuvo animándole a innovar. Pasar a la historia como el presidente de la innovación sería interesante, le dejó caer.
Objetivo: emisiones cero
Aunque Gates sabe de sobra que sus intereses están del lado de los industriales que usan y abusan de los combustibles fósiles, también tiene en cuenta que, por otro lado, el dinero es el dinero. Y cuando lo ecológico huele a negocio, a innovación y a montañas de dinero, sin duda sube enteros de cara a interesar a cualquiera.
Tal fue la propuesta general que dejó caer a Trump el fundador de Microsoft, si bien se centró sobre todo en educación y en la salud. Un anzuelo que difícilmente morderá el futuro presidente de los Estados Unidos en lo que respecta a las energías verdes. Aún así, no puede dejar de considerarse un buen intento.
El fondo de inversión anunciado, el Breakthrough Energy Ventures (BEV), tiene un periodo de duración de 20 años y comenzará a invertir en empresas en 2017 para «financiar avances emergentes en energía que sean asequibles y garantices emisiones cero de carbono», dijo Gates.
El fundador de Amazon, Jeff Bezos, el fundador de Virgin, Richard Branson o el cofundador de Likedin, Kleiner Perkins son otros de los inversores que forman parte del mismo. Su anuncio se remonta a la celebración del Acuerdo de París a finales del pasado año.