Detenido el controvertido proyecto Spice que pretende combatir el calentamiento global


El proyecto Spice (Stratospheric Particle Injection for Climate Engineering) ha estado envuelto en la polémica desde que se anunció. Fue propuesto por académicos británicos y consiste en elevar un enorme globo de helio, de un tamaño similar a un estadio (de 100 a 200 metros de diámetro), a unos 20 kilómetros de altura sobre la tierra. Desde este globo se lanzarían, mediante una gran manguera de riego, cientos de toneladas de diminutas partículas químicas a la estratosfera para que reflejen parte de la luz irradiada por el Sol y, de este modo, reducir la temperatura del planeta. ¿Esto es verdad o es ciencia ficción?

Es tan verdad que sesenta ONG, algunas de ellas ambientalistas, han criticado duramente dicho proyecto y quizá nunca se lleve a cabo. El proyecto Space iba a ser un gran reto para la geoingeniería, que se define como

la manipulación intencional a gran escala del medio ambiente planetario para contrarrestar el cambio climático antropogénico.

Suponía que el ser humano iba a crear un volcán, pero sólo la parte beneficiosa: la parte que emite partículas que refrigeran la estratosfera y mitigan los efectos del cambio climático.

Por su parte, Estados Unidos puede recoger el testigo de los británicos, ya que científicos y militares especializados en climatología estadounidenses han recomendado a su Gobierno que encabece la investigación antes de que otros países se adelanten.

Los investigadores han calculado que, una vez instalado este sistema a escala global, se podría reducir la temperatura 0,5 grados si funciona durante 18 meses. En el proyecto han participado científicos de Cambridge, Oxford, Bristol y Edimburgo y todos querían probarlo en un escenario real. Se iba a realizar esa primera prueba en el aeródromo de Scul-thorpe, en la costa este del Reino Unido. La prueba se haría sólo a un kilómetro de altura.

En principio, sólo iban a expulsar agua pura, lo suficiente para comprobar el funcionamiento del aparato de ingeniería. Es decir, que sólo se iba a comprobar si era viable seguir con el proyecto.

El Convenio sobre Diversidad Biológica, convertido en el Protocolo de Nagoya por la ONU, impuso una moratoria sobre los experimentos que buscaran alterar el clima como mecanismo para contrarrestar el calentamiento global.

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