El cambio climático afecta al famoso té de Assam


El cambio climático afecta al planeta de las formas más insospechadas. Se ha descubierto que afecta también al cultivo de té de Assam, el más bebido en India. El aumento de las temperaturas está produciendo un menor rendimiento en los cultivos y una alteración del sabor de la bebida más popular del país asiático.

Assam es un estado indio que se caracteriza por sus elevadas colinas así como por sus abundantes precipitaciones. En otras palabras, una región ideal para el cultivo del té. Unas 850 plantaciones que suman más de 320.000 hectáreas y que producen una de las variedades de té más consumidas, no sólo en aquel país, sino en todo el mundo. Pero, según recientes investigaciones, en los últimos sesenta años, las precipitaciones han disminuido y la temperatura mínima ha aumentado varios grados.

Debakanta Handique, un científico del clima en Assam, no duda en culpar al cambio climático de las variaciones de sabor en el té de la región. El cambio climático tendrá un gran impacto en la industria del té, ha afirmado este científico.

Los datos que ofrece la Asociación del Té de la India confirman la idea: han registrado una disminución constante en la producción de té en los últimos años. En 2007, Assam produjo 512.000 toneladas de té. En 2008, la producción disminuyó hasta las 487.000 toneladas, mientras que en 2009 se prevé una producción de unas 445.000.

Mridul Hazarika, director de la institución más antigua del mundo dedicada a la investigación y el estudio del té, afirmó que las precipitaciones y la temperatura mínima son dos de los factores que más pueden afectan a la calidad y cantidad de las cosechas. Aunque la superficie dedicada al cultivo del té ha aumentado en la región de Assam, la producción ha disminuido. Para Hazarika esto es una indicación de la gravedad del problema. En su opinión, hay que comenzar a aprovechar de forma más eficiente el agua de lluvia y plantar nuevas variedades de té. En todo caso, refiriéndose concretamente al cambio de sabor, señala que no puede echarse toda la culpa al cambio climático. Otros factores, como los fertilizantes utilizados y los métodos de cultivo, también pueden ser, en parte, responsables.

Para los productores, la gran demanda de este tipo de té en todo el mundo se debe a su sabor fuerte y brillante. Si el sabor cambia, tal vez los importadores de otros países busquen otras variedades en otros mercados.

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