El etanol produce más ozono que la gasolina en invierno


La agricultura industrial, como actividad productiva del ser humano, contribuye al cambo climático. Sin embargo, hay un tipo de agricultura que, aun ejecutada a gran escala, puede absorber más dióxido de carbono que el que emite.

Según un informe elaborado por especialistas del Global Climate and Energy Project (GCEP), de la Universidad de Stanford, en California, hay resultados que invitan al optimismo en varios lugares del mundo. Entre otros, destaca una investigación realizada por el equipo de José Moreira, de la Universidad de Sao Paulo, Brasil. Según dicha investigación, desde 1975 hasta 2007, la producción de etanol a partir de caña de azúcar en Brasil dio como resultado una captura neta negativa de 1,5 toneladas de dióxido de carbono (CO2) por metro cúbico de etanol producido.

Entonces, ¿es posible mitigar el calentamiento global gracias a la agricultura industrial? Hay dudas sobre los efectos a largo plazo que la combustión de etanol puede producir sobre el clima. En general, es considerado un combustible limpio y renovable, una de las maneras de desterrar el contaminante petróleo.

Pero el etanol tiene otros efectos. Investigadores de la Universidad de Stanford, señalaron que el etanol puede agravar los problemas de salud ocasionados por el ozono. De este modo, usar E85 (una mezcla de gasolina y etanol que contiene un 85% de éste) puede empeorar la situación ambiental de algunas áreas urbanas.

En verano, se forma más ozono


El ozono, a gran altura (la famosa capa de ozono), forma un escudo que nos protege de las radiaciones llegadas del espacio. Sin embargo, a baja altura es potencialmente peligroso. La generación de ozono a baja altura es mayor durante el clima soleado de verano que durante los meses fríos y de días cortos del invierno, ya que el calor y la luz solares contribuyen a su formación. El E85 genera, en su combustión, más aldehídos que la gasolina, compuestos precursores del ozono.

Los resultados de la investigación señalan, por otra parte, que con temperaturas más frías, por debajo del punto de congelación, existe un incremento en la generación de ozono a partir del E85 con respecto a la gasolina. Así, en ciudades como Denver, Estados Unidos, donde, en invierno, se puede llegar a los 9 ºC bajo cero, superarían los niveles de ozono que afectan a la salud de los ciudadanos. Esto ocurre porque los convertidores catalíticos usados en muchos vehículos tienen que calentarse para alcanzar una completa eficiencia.

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