Las sequías en la cuenca del Segura podrían aumentar un 15%


Un equipo de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ha diseñado un nuevo método para calcular la tendencia de periodos de sequía y los primeros resultados no son nada alentadores: en 2050 podría producirse un aumento de un 15%, con respecto a 1990, en las sequías de la cuenca del río Segura.

A principios de 2011, el nivel de los embalses españoles, de media, llegaba a un 77,83% de su capacidad. Sin embargo, la falta de lluvia durante los últimos meses ha reducido el nivel hasta el 62,01%. El artículo, publicado en la revista Risk in Water Resources Management, apunta a que la sequía a la que, de forma cíclica, está sometido un país como España, es una de las principales preocupaciones para el sector agrícola, que utilizan en el campo hasta un 80% del agua almacenada en un embalse.

El estudio de la Universidad Politécnica de Cartagena ha combinado los datos observados con los resultados de modelos climáticos regionales de última generación. De este modo, ha calculado con detalle los períodos de duración máxima de las sequías. Los resultados de este trabajo, aplicados a la cuenca del río Segura, muestran una notable intensificación de los periodos de sequía transcurridos desde la década de los ochenta del siglo pasado en adelante.

Las cuencas semiáridas como la del Segura son vulnerables a la variabilidad de las precipitaciones, lo que crea mucha incertidumbre a la hora de desarrollar las actividades agrícolas. El objetivo del estudio, por tanto, es profundizar en el conocimiento sobre las tendencias plausibles de eventos de sequías para que, con la información recabada, se pueda alcanzar un mejor balance entre las medidas de adaptación y mitigación ante la falta de lluvia.

El equipo que ha elaborado el estudio señala que este método se puede aplicar a otras regiones, tanto en el ámbito nacional como en el europeo. Así, se aumentaría el conocimiento sobre la variabilidad hidroclimática y se conseguiría una mejor evaluación espacio-temporal de los riesgos asociados a las sequías extremas.

El estudio ha sido financiado principalmente por la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación de España bajo el Plan Nacional de I+D+I.

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