Los futuros efectos del cambio climático se pueden comprobar ahora en El Hierro


Las erupciones volcánicas siempre son una oportunidad única para que los científicos puedan conocer mejor la Tierra y su comportamiento, en especial, para los geólogos. Y las erupciones marinas que se están produciendo bajo la isla de El Hierro no son una excepción. De hecho, no sólo servirán a geólogos, sino también para otros expertos de diferentes materias, que tendrán la oportunidad de ampliar sus conocimientos, en especial, los que estudian el clima.

Los hipotéticos patrones climáticos del futuro han dado un salto en el tiempo y se pueden experimentar ahora. Al menos, los efectos en el mar y en esa zona determinada. Los investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) aprovechan este momento único y, por fortuna, de momento, sin que la población o las infraestructuras hayan sufrido daño alguno, y siguen con su campaña oceanográfica en el norte de El Hierro.

Se realizan análisis físicos, químicos y biológicos de las zonas afectadas por la erupción. En especial, es importante conocer las consecuencias de las emisiones sobre los organismos marinos en la región.

Anteriormente, un grupo multidisciplinar de doce científicos, ha estado trabajando en una especie de red compuesta por 24 estaciones para determinar diversas propiedades y recolectar muestras desde la superficie del mar hasta el fondo del océano. Se estudian más de treinta parámetros que servirán para caracterizar la mancha producida por el volcán y su relación directa con la mortandad, viabilidad y biodiversidad de los organismos que habitan la zona.

Entre otros, los parámetros analizados son temperatura, salinidad, oxígeno disuelto, pH, carbono orgánico e inorgánico, nutrientes, metales y clorofila. Además, se recolectaron muestras de plancton e invertebrados bentónicos.

En la actualidad, las aguas de El Hierro se asemejan a un laboratorio natural donde se están dando procesos (a escalas espacial y temporal muy cortas) que reproducen perfectamente las condiciones oceánicas previstas en un futuro a causa del cambio climático. Además, es una oportunidad irrepetible para el estudio de microorganismos asociados a las emisiones de magma, que pueden suministrar información sobre el origen de la vida, y la adaptación de organismos a situaciones ambientales extremas en otros planetas.

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