El caudal de los ríos Júcar y Segura descenderá a causa del cambio climático


El caudal del Júcar descenderá entre un 24 y un 32 % durante este siglo, lo que podría suponer no disponer de agua suficiente para los usos actuales. La reducción de las precipitaciones y un incremento de la evaporación es un grave problema para muchas regiones españolas. Así se desprende de un artículo sobre el impacto del cambio climático en los ríos españoles publicado, entre otros, por el actual responsable de la oficina de Planificación Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Teodoro Estrela, en el Hydrological Sciences Journal.

El encargado de coordinar los trabajos del próximo plan hidrológico del Júcar ha resumido en dicho artículo, en el que también han participado Miguel Angel Pérez Martín, de la UPV (Universidad Politécnica de Valencia), y Elisa Vargas, de la consultora Evren, el conocimiento adquirido en los últimos años y el resultado de la creación de modelos predictivos sobre el impacto del cambio climático en las escorrentías del Júcar y del Segura.

El resultado es terrible. El estrés hídrico aumentará, los recursos hídricos disponibles disminuirán en porcentajes inasumibles y aumentará la población que vive en condiciones de escasez de agua. Los investigadores advierten que apenas existe margen para aumentar los recursos disponibles. Si el uso intensivo de los recursos hídricos continúa y aumentan los requisitos ambientales, es probable que no se puedan mantener algunos de los usos actuales del agua, han advertido. No se puede crear agua de la nada, así que la única solución es consumir menos.

Entre los estudios, destaca el realizado por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) por encargo del Ministerio de Medio Ambiente en 2010. Con un descenso medio de la escorrentía del 18 % en un escenario de más emisiones de CO2 para el periodo 2041-2070, el Cedex estima que el índice de explotación (la relación entre la demanda de agua y los recursos hídricos naturales) ascenderá al 87,8 %, sin apenas margen para afrontar un año seco, mientras para el conjunto de España se mantendrá en torno al 29,4 %.

El descenso de caudales ya ha comenzado, pero se irá agravando con el avance del siglo. En el Segura, a finales del siglo XXI, se habrá perdido entre el 33 y el 21 %, mientras que, en el Júcar, el porcentaje oscilará entre el 24 y el 32 %.

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