Las empresas piden medidas concretas para no superar el límite de los 2º C


Las empresas siguen presionando a los Gobiernos para que lleguen a un acuerdo sobre la lucha contra el cambio climático. Por una vez y sin que sirva de precedente, la ecología y los grupos de presión económicos luchan por la misma causa. Entre las empresas españolas que se han unido a esta iniciativa se encuentran Indra, Metro de Madrid, Knauf Insulation, Roca, Grupo Matarromera, NH Hoteles, Sanitas o Sonae Sierra. Por tanto, empresas de todos los sectores y de características muy diferentes. El cambio climático afecta a todos.

Las grandes empresas quieren señalar «el reto de los 2° C», esto es, frenar el calentamiento global para que no aumente más allá de los 2° C, como se acordó en Cancún y como la comunidad científica lleva pidiendo hace años. Más vale tarde que nunca.

Las más de 175 compañías de casi treinta países, a través de un documento conjunto, piden a los Gobiernos de todo el mundo un acuerdo sólido, equitativo, firme y eficaz sobre cambio climático de cara a la próxima Cumbre internacional que se celebrará en Durban (Sudáfrica) a finales de este año.

Lo que se pide es una acción real en materia de cambio climático ante el riesgo de reducir gravemente la prosperidad global en el futuro y generar importantes costes socioeconómicos y ambientales que afectarán al mundo entero. Esta iniciativa ha sido impulsada por el Grupo de Líderes Empresariales sobre Cambio Climático The Prince of Wales, dependiente de la Universidad de Cambridge.

El comunicado incluye un compromiso de los líderes empresariales para llevar a cabo acciones que den lugar a una economía con bajas emisiones, más próspera, más fuerte, más eficiente y menos vulnerable a las crisis mundiales, así como proporcionar innovación, destacando la urgencia de asumir el reto de estabilizar el calentamiento global en menos de 2° C.

Algunas de las acciones concretas que piden las empresas son las siguientes:

    – Que los países firmen acuerdos bilaterales y multilaterales para abordar aspectos como la deforestación o la reducción de emisiones procedentes del transporte marítimo y aéreo internacional (por ejemplo, el impuesto por emisión de carbono de para las aerolíneas que apoya la Unión Europa y con el que Estados Unidos no está de acuerdo).
    – Crear un sistema que fije un precio del carbono para poner en marcha medidas adecuadas.
    – Financiación para el desarrollo de proyectos para producir bajas emisiones de carbono y resistentes al cambio climático.
    – Apostar por la eficiencia energética y de recursos. Las tecnologías inteligentes deben recibir apoyo.
    – Medidas para conservar y aumentar los bosques y otras reservas de carbono terrestres.

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