Los profesionales forestales de Canarias creen que los bosques de las islas pueden ayudar más a la lucha contra el cambio climático. Para ello, se deben gestionar mejor y, además, se podría aumentar enormemente la superficie forestal de Canarias. Así lo cree la Asociación de Forestales de España en Canarias (PROFOR Canarias) después de llevar a cabo un análisis de los datos de la Agencia Canaria de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático. Según estos datos, en la actualidad, Canarias emite anualmente más de 13,5 millones de tonelada de dióxido de carbono.
Los bosques que hay en Canarias actualmente sólo pueden mitigar un 5% de esas emisiones. Sin embargo, desde PROFOR Canarias, creen que la mejora de esos bosques y, sobre todo, la transformación de extensiones de matorral en nuevos bosques, recuperando parte de tierras deforestadas en el pasado, puede duplicar (o incluso triplicar) este efecto mitigador del cambio climático.
Así, dentro del Año Internacional de los Bosques, los profesionales forestales de Canarias quieren señalar los enormes beneficios que generan los bosques y el potencial de su desarrollo en las islas, así como la importancia de gestionar, conservar y aumentar ese patrimonio forestal.
El proyecto se ha presentado en Las Palmas de Gran Canaria con la presencia del presidente de PROFOR Canarias, Yeray Martínez, así como representantes de la asociación y agentes del sector forestal invitados a conocer los objetivos y proyectos de PROFOR en Canarias.
Canarias cuenta en la actualidad con 130.000 hectáreas de bosques. Pero esta superficie puede duplicarse debido a que el abandono de otros usos agrarios está favoreciendo que se formen matorrales en unas 100.000 hectáreas en todo el archipiélago. Muchas de esas zonas de matorral fueron originariamente bosques y hoy pueden volver a serlo, duplicando los beneficios ambientales que las zonas arboladas producen.
El impulso del sector forestal supone varios beneficios, además del efecto mitigador contra el cambio climático: mejora la biodiversidad de los espacios naturales, la producción de forma natural de mayor cantidad y calidad de agua, así como la creación de empleo ligado al medio rural. Junto con el incremento de la superficie forestal también aumentaría la producción sostenible de productos como la madera, la leña o bioenergía procedente de biomasa.