La eficiencia energética es una de las vías para hacer frente al cambio climático. Y es que con un consumo más eficiente se reducen las emisiones de CO2 a la atmósfera, sobre todo, cuando se emplean fuentes de energía que son renovables. Para ayudar a conseguir esta optimización de la energía, se ha desarrollado una “calculadora verde”. Su objetivo es poder calcular la mejora en eficiencia energética para que se produzca un ahorro y a su vez una reducción de toneladas de CO2.
La calculadora
La Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipos Eléctricos de Alta y Media Tensión (AFBEL) ha sido la encargada de promover este desarrollo, que ha sido llevado a cabo junto con la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Una sinergia que se ha concretado en la calculadora de eficiencia energética SAIS. Su principal función es facilitar y ayudar a que los usuarios puedan estimar el potencial de ahorro de la sustitución de sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI) simplemente a través de los años de antigüedad de la unidad o en función del nivel de eficiencia energética.
Los resultados que se obtienen permiten que las empresas prevean retornos de la inversión de hasta tres años para unidades de más de 10 años de antigüedad.
Evitar pérdidas
La calculadora también es útil para evaluar y detectar las pérdidas energéticas vinculadas con el dimensionado, el nivel de carga, la tecnología y la topología adoptadas.
Y es que los sistemas SAI han permitido mejorar la disponibilidad y la calidad de las redes de suministro, sobre todo, desde hace cuatro décadas, aparte de soportar un mayor número de aplicaciones en diferentes sectores.
Sin embargo, el lado negativo está en que los sistemas presentan pérdidas energéticas, lo que sobre todo se acrecienta con la excesiva antigüedad, que hace que se produzca un riesgo en el fallo de la continuidad, que repercute en un coste energético.
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