Según la ONU, las consecuencias del cambio climático podrían ser irreversibles si la sociedad no cambia radicalmente sus hábitos antes de 2030. Si no se pone freno a las emisiones de CO2 en los próximos años, no se podrá hacer nada contra los desastres medioambientales que se aproximan y que ya se están manifestando. Tan solo en el último año, múltiples países han experimentado fenómenos naturales de alto nivel de destrucción, como incendios, inundaciones o –como sucedió el pasado septiembre de 2022 en La Bisbal d’Empordà– tormentas de granizo.
Uno de los grandes problemas es que, además de causar daños a las infraestructuras, desastres como la pedregada en Girona menoscaban los esfuerzos que algunos están haciendo por el planeta. Un ejemplo son la destrucción de los paneles solares que ocurrió en el sector. Según lo que vimos con el equipo de Solarmente, las placas fotovoltaicas quedaron dañadas de forma irreparable y tuvieron que ser reemplazadas.
Este daño es solo un reflejo de cómo el cambio climático se está adelantando a los intentos de las personas de evitar su avance, dejando a la luz la necesidad de que más personas se sumen al esfuerzo colectivo. Las placas solares tienen el potencial de tener un impacto significativo, especialmente en España, el país con más irradiación solar (potencia de la radiación) de Europa y con un promedio de 2.500 horas de sol anuales.
Además, una sola instalación de un cliente de Solarmente equivale en promedio a dejar de lanzar cada año a la atmósfera 1.530 kg de CO2. Esta cantidad de CO2 equivale a recorrer 6.115 km en coche por carretera a una velocidad media o, puesto de otra forma, es equivalente a plantar 51 árboles cada año capaces de absorber esa cantidad de emisiones de carbono.
Desafortunadamente, este potencial no está siendo aprovechado. Aunque la energía solar en España se ha triplicado en los últimos 3 años (entre 2019 y 2022) gracias a la derogación del llamado impuesto al sol, en el país tan solo se tenían 150.000 instalaciones de autoconsumo. En comparación, en Alemania, país con menos horas de luz, hay 2 millones de instalaciones.
España cuenta con más de 350.000 hectáreas hábiles para instalar sistemas solares, cantidad que cubriría todo el consumo energético nacional. Esto demuestra que queda mucho por hacer para generar un impacto real sobre el consumo energético actual. Con el fin de evitar que los desastres medioambientales y otras consecuencias del cambio climático sigan afectando los esfuerzos de pocos y el desarrollo sostenible, tiene que existir un esfuerzo colectivo que involucre a una mayor parte de la sociedad.
Wouter Draijer, CEO de Solarmente