Aunque la erupción de un volcán no sea un fenómeno que cause la actividad del ser humano, el fenómeno geológico sí puede alterar las condiciones térmicas del entorno. Tras las numerosas erupciones producidas en el volcán marino de la isla de El Hierro, estudios del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) de Tenerife han detectado una diferencia de más de 11º C entre la temperatura del agua en el Mar de las Calmas y la del sur del pueblo marinero de La Restinga.
Hasta el momento, éstas son las mayores diferencias de temperatura ánomalas relacionadas con la erupción volcánica de la isla canaria captadas por el ITER, organismo ligado al Cabildo de Tenerife. Pero habrá que esperar a cómo se suceden los hechos en las próximas semanas, porque el fenómeno aún no ha remitido.
La diferencia de temperatura registrada en el ambiente marítimo superficial al Sur de La Restinga mediante el uso de cámaras térmicas en posición móvil aérea es la mayor detectada hasta ahora: más de 11º C. La medición de temperatura del agua en el ambiente superficial del Mar de las Calmas, que no se encuentra afectada por la actividad del volcán, ha arrojado un dato de 23,9º C, mientras que el registro de la temperatura del agua en la zona dónde se observa la manifestación superficial más obvia de la erupción submarina llega a alcanzar los 35,3º C.
Tras dichas mediciones, los científicos no tienen ninguna duda de que esta diferencia de temperatura en la superficie del Mar de las Calmas es causa del importante flujo de calor que se está produciendo como consecuencia de la erupción submarina.
Las medidas fueron realizadas el domingo gracias a la colaboración del Servicio de Helicópteros de la Guardia Civil en el marco de un acuerdo de colaboración entre el Involcan y el Sector Aéreo de la Guardia Civil en Canarias. De este modo, se ha impulsado el programa geofísico (termometría y termografía) que el Involcan dispone para la vigilancia volcánica en Canarias.
Algunos científicos han restado importancia al fenómeno. Señalan que, dada la profundidad del cráter, los datos sobre la temperatura del agua son anecdóticos y no se debe dar una visión «efectista» del fenómeno volcánico.