La lucha contra los escépticos del cambio climático


La lucha contra el cambio climático es dura. Pero más dura parece la mollera de los escépticos. Para conseguir enfrentarse al problema hay que conseguir que la mayoría de los líderes de opinión y los políticos lo reconozcan. Si no, va a ser muy difícil avanzar en los resultados.

Ha aparecido, a este respecto, un nuevo artículo publicado en la revista Geophysical Research Letters. Aunque el debate es científico y no es fácil de seguir, el asunto de la polémica (el desacuerdo) es sobre si el calentamiento global provoca cambios en la cubierta de las nubes o, por el contrario, sucede al revés, es decir, que los cambios en las nubes están causando el calentamiento. Éste es el punto de vista de algunos escépticos del cambio climático y se posiciona contra el peso de los conocimientos científicos.

Lo malo es que cuando aparece uno de estos artículos minimizando los efectos del cambio climático (o, incluso, negando su existencia), otros medios de comunicación menos especializados enseguida se apresuran a colocar un titular para que comience de nuevo la polémica. Porque la realidad es que muchos medios de comunicación prefieren crear polémica que publicar información veraz.

Por otra parte, muchos científicos expertos en el comportamiento del clima y otras tantos editores de blogs critican esos artículos de los escépticos. Se ha dado el caso que el propio director de una de las revistas que ha publicado uno de los artículos escéptico ante el cambio climático ha tenido que pedir disculpas ante la avalancha de protestas.

El caso es que suelen ser estudios comparables por los publicados por otros autores e ideas que ya han sido refutadas en discusiones abiertas y, a veces, también en la bibliografía o en artículos de revistas especializadas. Así que la culpa no sólo la tienen los propios autores, sino también sus revisores (hay que aclarar que para que un escrito se publique en una revista científica tiene que ser revisado y aprobado por otros expertos en la materia).

En resumen, los argumentos de los escépticos, no sólo son opiniones minoritarias (que, luego, son exageradas por los medios de comunicación no especializados), sino que además ignoran los argumentos científicos en contra. Cabe preguntarse, ¿quién gana con esta actitud tan poco científica, tan irresponsable?

La primera lucha que hay que ganar en la batalla contra el cambio climático es la lucha contra los escépticos.

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