Una nueva investigación ha desvelado la importancia de las plantaciones de castaño en la lucha contra el cambio climático. El análisis realizado pone de manifiesto que desempeñan un papel clave en la absorción de carbono. Una función que, hasta ahora, no era tan conocida y que, con frecuencia, se ignoraba porque la concepción de este tipo de árboles se limitaba a su valor en el paisaje y como patrimonio cultural, así como para la producción de castañas.
El estudio
La investigación ha sido realizada por el Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo, en colaboración con el Instituto de Ciencias Forestales (ICIFOR-INIA) del CSIC.
En ella, los investigadores indican que las plantaciones de castaño tienen un papel relevante como sumideros de carbono en la lucha contra la crisis climática global. Un beneficio que se observa incluso en plantaciones de baja intensidad y orientadas a la producción de castañas, aunque en menor medida en comparación con otras plantaciones del mismo árbol.
La capacidad de absorción de carbono se observa, además, que es mayor en las plantaciones de castaños jóvenes orientados a la madera. No obstante, los investigadores inciden en que este uso debe considerarse un servicio adicional. En concreto, los datos son de utilidad para tenerlos en cuenta en las estadísticas generales de absorción de carbono en relación a las plantaciones forestales.
Nuevas herramientas
La intención del equipo investigador en este trabajo es desarrollar nuevas herramientas, a modo de ecuaciones, para estimar la cantidad de biomasa aérea y subterránea almacenada por las plantaciones jóvenes de castaño durante los primeros años, en concreto, menos de 25. Además, también se pretende cuantificar la capacidad de almacenamiento de carbono.
Con este objetivo, se realizaron dos aproximaciones. La primera de ellas era para el árbol individual, mientras que la otra es para el rodal o la masa.
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