No lo digo yo, lo dicen los científicos que llevan años y años estudiando el deterioro de la capa de ozono. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ha elaborado un extenso informa que hay que tomarse muy en serio. Los resultados son muy preocupantes y es necesario actuar de inmediato para frenar el cambio climático, puesto que los impactos negativos que vamos a recibir en los próximos años podrían ser «peligrosos e irreversibles en las personas y los ecosistemas».
Falta de voluntad
A día de hoy nadie puede negar que el calentamiento del sistema climático es una realidad. Existen las herramientas necesarias para evitarlo, pero los intereses económicos lo impiden. Los Gobiernos no están por la labor de reducir las emisiones de dióxido de carbono a unos niveles aceptables, y eso hace que el problema se alargue y empeore con el paso de los años.
Tanto la atmósfera como los océanos se han calentado, el volumen de nieve y hielo ha disminuido, las concentraciones de CO2 se han disparado y el nivel del mar no deja de crecer. Con semejante panorama, es evidente que hay que hacer algo para acabar con el efecto invernadero, uno de los principales problemas que por desgracia casi siempre afecta a los más pobres. Las comunidades con menos recursos, las más vulnerables, son las que suelen salir perdiendo por culpa del cambio climático.