La lucha contra el cambio climático pasa de ser prioritaria a no serlo en función de las urgencias de cada país. Si hay corrupción, paro o crisis económica, pocos se acuerdan de que sigue siendo un problema que no hemos resuelto. Sin embargo, de vez en cuando sostenemos la bandera verde para actuar contra algo que siempre está ahí. Suele ser cuando se publican informes o estadísticas sobre sus efectos que nos ponen los pelos de punta.
Positivo por varias razones
Por suerte, un grupo internacional de científicos que ha contado con la participación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), acaba de encontrar un nuevo motivo por el que merece la pena ponerse a trabajar contra el cambio climático. Según han podido constatar entrevistando a más de 7.000 personas de 24 países (España es uno de ellos), hacerlo tiene repercusiones positivas desde un punto de vista económico y social. Podríamos decir que todo va mucho mejor cuando hay menos contaminación.
El estudio llevado a cabo por psicólogos y otros especialistas contempla cuatro dimensiones de beneficios que podríamos experimentar a corto, medio o largo plazo. En lo social encontramos cuestiones de desarrollo y en lo personal nos topamos con la benevolencia y la aptitud, cualidades deseables que nos permitirían avanzar hacia una sociedad más justa, solidaria y preparada para afrontar los retos del futuro. Entre hombres y mujeres, la mayoría estudiantes universitarios, no se han producido diferencias.
30 de noviembre, un día clave
Yoshihisa Kashima, investigador de la Universidad de Melbourne (Australia) que se ha involucrado en las entrevistas, considera que actuar contra el cambio climático sería beneficioso para todos los países del planeta. Todos, en mayor o menor grado, estamos dispuestos a aportar nuestro granito de arena para vivir mejor. Ahora solo falta que los políticos muestren su ambición en la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21) que se celebrará en París el 30 de noviembre.