Se acaba de abrir una polémica entre la comunidad científica. Algunos expertos sobre cambio climático comienzan a valorar un traslado de ciertas especies a otros hábitats en los que tengan más posibilidades de sobrevivir. En concreto, ha sido Chris Thomas, biólogo y profesor de la Universidad de York, en Inglaterra, quien ha propuesto barajar la idea de trasladar al lince ibérico a otras latitudes. Como es natural, los científicos y demás trabajadores que luchan para que este felino mítico de la Península Ibérica recupere su población, están muy molestos por los comentarios de su colega.
El biólogo británico cree que se deberá trasladar al lince ibérico y a otras especies para tratar de conservar la especie, ya que no conseguiría sobrevivir al cambio climático en treinta o cincuenta años. Al menos, señala, hay que plantearse la posibilidad. Más allá de la polémica, está claro que cierta parte de la comunidad científica no es nada optimista acerca de lo que estamos haciendo para mitigar los efectos del cambio climático.
El objetivo de la propuesta es loable: conservar las especies. Se denomina a esta propuesta migración o colonización asistida, es decir, trasladar deliberadamente a las especies. El estudio ha sido publicado en la revista Trends in Ecology and Evolution. Thomas cree que la migración forzosa puede ser la única solución.
Añade, además, que uno de los mejores destinos puede ser Gran Bretaña. No es que barra para casa, sino que hay ciertas condiciones adecuadas, como que casi no existen en la isla especies endémicas, así que el daño potencial a las especies nativas sería casi nulo. Además, en el sur de Inglaterra son muy abundantes los conejos, el principal alimento del lince ibérico.
Los conservacionistas que no están de acuerdo con la medida arguyen dos razones principales: que no es un mecanismo natural y que podría perjudicar a las especies nativas. Sin embargo, Thomas señala que tampoco es natural la forma en que el ser humano ha cambiado el clima o la forma de convertir grandes extensiones de suelo en tierras agrícolas.
Hay que señalar también que la introducción de especies en hábitats nuevos ha resultado catastrófica en muchas ocasiones. Por ello, hay que tener mucho cuidado al mover especies de un lugar a otro.