El deshielo de Groenlandia ha hecho que el mar suba 7 centímetros en una década


Los satélites del Experimento de Recuperación Gravitatoria y Clima (GRACE, por sus siglas en inglés) han medido con precisión el derretimiento de los glaciares de Groenlandia. El 17 de marzo de 2012, los dos satélites gemelos GRACE cumplieron diez años en órbita. Los científicos los llaman Tom y Jerry porque se persiguen el uno al otro, trazando, exactamente, la misma órbita.

Desde su lanzamiento, los dos satélites han dado la vuelta a la Tierra más de 55.000 veces, en una órbita casi polar entre los 450 y 500 kilómetros de altitud. GRACE es un proyecto conjunto de la NASA y el Centro Aeroespacial Alemán. Según los datos mandados por los satélites, la extensión de hielo de Groenlandia ha perdido unas 240 gigatoneladas de masa entre 2002 y 2011.

Esta pérdida de masa de hielo corresponde con un aumento del nivel del mar de alrededor de 0,7 milímetros por año, es decir, siete centímetros en la década medida. Las mediciones de GRACE son de alta precisión, con una imagen exacta nunca conseguida hasta ahora al medir la gravedad.

La gravedad de un objeto depende directamente de su masa. Al cambiar la masa de hielo de Groenlandia, cambió también la gravedad. Así, las mediciones sobre la gravedad de GRACE dan información sobre los cambios en la masa, incluyendo los relacionados con el clima.

Durante la última Edad de Hielo, una capa de hielo de kilómetros de espesor cubría América del Norte y Escandinavia. Ese hielo se derritió y la corteza, liberada de su carga, ha ido aumentando hasta nuestros días, lo que ha causado que el flujo de materiales en el interior de la Tierra tenga que reponerse. Así, la Edad de Hielo sigue teniendo efecto en el planeta, lo cual es especialmente evidente en América del Norte y Escandinavia.

Cada uno de los dos satélites GRACE está, por lo tanto, equipado con un receptor GPS para el posicionamiento, un acelerómetro para corregir fuerzas perturbadoras ocasionadas por la atmósfera residual y la radiación solar, y dos rastreadores para determinar la posición de los satélites en el espacio.

Muchos procesos en el clima de nuestro planeta están acompañados de grandes redistribuciones de masas de agua, que se hacen visibles en el campo de gravedad. En particular, es importante mencionar el estudio de balance de masa en el contenido de agua continental, la cuantificación del aumento o disminución de las masas de hielo y nieve en las zonas de glaciares polares, la observación de corrientes superficiales y profundas, o los cambios terrestres después de los grandes terremotos, como el de Sumatra-Andaman (2004), Chile (2010) y Fukushima (2011).

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