Sobre el cambio climático cada vez están apareciendo más investigaciones con el fin de mitigarlo. En ellas se observa que la acción del hombre es totalmente clave, pero que también la vegetación existente puede ser de gran ayuda para frenarlo. Es el caso de las plantas invasoras sobre las que ahora se ha demostrado que tienen un papel fundamental para combatir el cambio climático. La clave está en su capacidad para almacenar el carbono azul, es decir, realizar esta absorción en zonas costeras.
El estudio
Esta investigación se ha llevado a cabo en el Smithsonian Environmental Research Center (SERC), de Estados Unidos. En ella se profundiza en el estudio del carbono azul, que no ha sido tan analizado, así como en el papel de las plantas invasoras, que se había analizado desde otra óptica porque tradicionalmente se ha estudiado en relación a la superficie terrestre.
Los datos de este estudio evidencian que las zonas de agua, como las marismas y manglares, tienen una gran capacidad para almacenar carbono. En concreto, se estima que el almacenamiento es 40% más rápido que en los bosques.
Una capacidad que, sin embargo, se está perdiendo porque estos hábitats capaces de absorber el carbono azul, van desapareciendo a un ritmo de entre el 25% y el 50% en los últimos cien años. Esto significa la pérdida de 8.000 kilómetros al año.
Ante esta situación, los investigadores ven necesario comprender estos ecosistemas para que se puedan poner medidas para paliar el cambio climático, así como ver el comportamiento de las diferentes plantas.
Especies invasoras
Dentro de la investigación relativa a las plantas, los investigadores comprobaron que las invasoras tienen más capacidad para almacenar el carbono azul, ya que contribuyen a una mayor generación de biomasa –el aumento es del 117%-, y de esta manera se incrementa el potencial para este almacenamiento.
La clave está en que la mayoría de estas plantas eran muy similares a las especies que usurparon y a que las invasoras tienen un crecimiento más rápido, además de alcanzar mayores dimensiones que las plantas nativas.
Sin embargo, no todas las plantas son igualmente efectivas. Por ejemplo, se comprobó que en el caso de las algas disminuye la generación de biomasa, mermando la capacidad de almacenar el carbono azul.
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