Alto tan sencillo como pintar las fachadas de blanco ayudaría a combatir el cambio climático en lugares cálidos, afirma Julio Bracho Carpizo, un climatologo mexicano que sugiere extender este color en todo tipo de edificaciones como ayuda para detener el calentamiento global.
Desde la experiencia adquirida en lugar de trabajo, el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Bracho sugiere que se haga uso de este color para reducir también las consecuencias del cambio climático.
Por lo tanto, el color blanco sería verde en dos sentidos: por un lado combate (menor consumo de aire acondicionado, por ejemplo), mientras por otro mitiga los efectos del mismo, sin ir más lejos frente a las olas de calor. Y todo, lógicamente, gracias a que las construcciones pintadas de color blanco reflejan la luz solar, por lo que su interior se calienta menos.
¿Debería estar subvencionado?
Puesto que una casa pintada con ese color se recalienta menos, en determinados países donde el calor aprieta en buena parte del año es importante como medida climática y de un ahorro importante.
Es más, el experto considera que las autoridades deberían promocionar este tipo de color en las fachadas, por lo que sería conveniente una subvención gubernamental para estimular la elección del blanco.
Bracho también recomendó impermeabilizar los techos en tonos claros para lograr un efecto refrescante en el interior, así como pavimentar igualmente con materiales de color blanco o claro. En ambos casos, de nuevo, se aumenta la reflexión solar y bajamos la temperatura.
Por sentido común, estas medidas deberían ir acompañadas por una actuación ambiental comprometida en otros ámbitos como el ahorro de agua, así como del agua caliente, evitando el despilfarro eléctrico. Y del mismo modo se debería recurrir a fuentes de energía renovable como células solares o energía eólica para uso doméstico.