Para el 2015 se prevé que la colombiana ciudad de Cartagena de Indias tenga su plan de protección contra el cambio climático ya funcionando. Pero llevarlo a cabo no está siendo sencillo, pues la adaptación resulta compleja y hasta polémica, aunque el esfuerzo se da por bien empleado si finalmente se logran combatir los eventos extremos.
En el año 2004 se iniciaron las medidas, coincidiendo con las primeras ocasiones en las que se dejaba sentir el embate del cambio climático en forma de un aumento de lluvias torrenciales, de la altura del oleaje o de fuertes huracanes y olas de calor.
Además de estos eventos extremos, se intentarán paliar los efectos de la elevación del mar casi un metro en el 2100 con la aplicación de este plan, denominado oficialmente como Integración de la adaptación al cambio climático en la planificación territorial y gestión sectorial de Cartagena de Indias.
Espolones, rompeolas, muros y un emisario submarino
Las obras de infraestructuras que contempla dicho plan, de iniciativa gubernamental a nivel municipal y nacional, se refiere a un total de 9 espolones, 5 rompeolas y 2 muros de contención, así como la ampliación de la avenida Santander, que atraviesa la ciudad.
Además, se tiene previsto instalar un emisario submarino (conducto que trata de forma básica el agua residual para bombearla después a una cierta distancia de la costa) que sustituirá a la actual infraestructura, si bien su instalación está siendo polémica. En concreto, hay opiniones divididas sobre su conveniencia o no de que los vertidos se realicen en el caserío de Punta Canoa, a 21 kilómetros del casco urbano por cuestiones ambientales, entre otros inconvenientes.
En fin, sea como fuere, en lo que todos los cartageneros están unidos en que el plan será un éxito si logra proteger la costa de la amenaza climática. Además, lógicamente, ha de buscarse el cuidado ambiental, un reto que ha de superarse para que el resultando sea redondo.