Lo ha dejado caer en una conferencia el reputado físico Miquel Androver Palma Climent Ramis, director del departamento de Física de la Universitat de les Illes Balears quien, además de hablar sobre las consecuencias del cambio climático a nivel mundial, ha dicho que los días playeros ideales van a ser más escasos a finales de siglo en Baleares.
Por contrapartida, Ramis cree que se incrementarán los días buenos de playa en las estaciones de primavera y otoño, como resultado de las transformaciones que vendrán con el aumento global de las temperaturas.
En general, a su juicio los eventos extremos tomarán forma de olas de calor frecuentes y prolongadas que dejarán en simple anécdota las que están dándose actualmente, así como una serie de anomalías climáticas (lluvias torrenciales inesperadas e interminables, huracanes, etc.) que tendrán consecuencias en la economía y salud pública.
Habrá que reinventar el turismo
Estas transformaciones obligarán a cambiar la actividad económica principal de las islas, es decir, el enfoque del turismo, que deberá intentar salir de la hasta ahora casi exclusiva oferta de sol y playa, tanto durante la época estival como a lo largo de todo el año.
Un cambio que podría verse también como positivo, apunta el experto, que también señaló el diferente impacto en función de las áreas del planeta. En concreto, los estudios realizados advierten que en la zona mediterránea se espera un aumento de las temperaturas a un ritmo superior al de la media global.
Por lo tanto, en tan sólo unas décadas podrían darse cambios muy significativos en este sentido, pero tampoco es necesario esperar. Sin ir más lejos, ya están dándose episodios de este tipo, como ocurrió con la ola del calor del 2003 que afectó a Europa central y el Mediterráneo.