Siempre que se habla de cambio climático se hace desde el punto de vista de los daños producidos en el medioambiente y las consecuencias que puede tener en el clima, la alimentación, los animales o en la salud humana. Pero, muchas veces, se deja a un lado el coste económico que está teniendo el cambio climático y las consecuencias que ya se están dejando sentir. Este gasto se ha cifrado en el caso de España en más de 34.000 millones de euros. Además, es uno de los países de Europa que más costes tiene que asumir por estos efectos.
El coste
Los costes económicos del cambio climático se vienen notando desde hace ya varias décadas. En el período comprendido entre 1980 y 2016, España tuvo que asumir un gasto de 34.548 millones de euros por este concepto.
Un dato con el que se sitúa entre los países que más costes tienen por este concepto en Europa, donde los gastos relacionados con el cambio climático en el mismo período se elevaron a alrededor de 436.000 millones de euros, según los últimos datos publicados por la Agencia Europa de Medio Ambiente (AEMA).
Las pérdidas per cápita por el cambio climático se sitúan en España en 828 euros, mientras que las pérdidas en relación a los kilómetros cuadrados ascienden a 68.106 euros.
Los datos dados a conocer por la AEMA también reflejan que las pérdidas aseguradas en el país se elevaron en este período a 4.089 millones de euros, lo que supone el 12% aproximadamente.
En el top europeo
Dentro de Europa, España es uno de los países que más costes tiene que afrontar por el cambio climático. En concreto, se sitúa en la quinta posición, estando tan solo por detrás de Alemania, Italia, Francia y Reino Unido.
Por el contrario, Malta, Islandia, Estonia, Latvia y Chipre son los cinco países en los que menos costes se asumen por el cambio climático. Por ejemplo, Malta, que cierra la lista, ha tenido que hacer frente a sus consecuencias con 61 millones de euros frente a los 92.144 millones de euros de Alemania, que está en el Top 1.
Entre los episodios más caros sucedidos en Europa, está la tormenta de invierno e inundaciones en Francia e Italia en 1999 y 2000, que supusieron 13.000 millones de euros, las inundaciones de Europa central en 2002 con 20.000 millones de euros o la sequía y ola de calor de 2003, que tuvo un coste de cerca de 15.000 millones de euros, entre otros hechos.
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