Estados Unidos, uno de los países que más contamina el planeta, no suele estar muy dispuesto a realizar esfuerzos para revertir la situación y tener un comportamiento medianamente respetuoso con el medio ambiente. Pero, aún podría ser peor. Siempre puede ser peor. Si gobernara el Partido Republicano, muchos de cuyos miembros y seguidores, son negacionistas (creen que el cambio climático es un invento, ¿un invento de quién?) y creacionistas (lo que implica no tener mucha fe en la ciencia), recortaría en gran parte el presupuesto destinado a la mejora y defensa del medio ambiente.
Y lo dicen sin ambages, sin ruborizarse lo más mínimo. Mientras, el resto del planeta tiene que oírlo con cara de… Su propuesta es recortar hasta en un 17% el presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).
De hecho, como no creen en la ciencia («In God we trust», ¿en Dios o en el dinero?), han rechazado en el Congreso de Estados unidos más de una vez los proyectos presentados por la agencia medioambiental para regular las emisiones de gases de efecto invernadero .
La propuesta, pues, del Partido Republicano es recortar 1.600 millones de dólares (más de 1.000 millones de euros) del presupuesto destinado a la EPA. La pregunta es dónde invertirían todo ese dinero: ¿quizá en financiar guerras en países lejanos?, ¿o quizá en seguir apoyando a las empresas del sector petrolero? Lisa Jackson, directora de la EPA, ha señalado que estos ataques con parte de un proyecto más amplio que trata de echar al traste años de protección y seguridad medioambiental. No están dispuestos a que se apruebe la ley por un aire limpio. No hay derecho a respirar un aire limpio, pero que nadie les quite su derecho a llevar armas.
Por desgracia para el mundo entero, el comité de energía y el comercio del Congreso de Estados Unidos está bajo control de un republicano, Fred Upton, quien ha dicho en público que no creía en el cambio climático de origen humano. Y se ha quedado tan pancho.
Pero el recorte presupuestario de la EPA no es la única propuesta republicana. También pretenden disminuir las inversiones para el desarrollo del tren de alta velocidad, así como el destinado a la eficiencia energética y recortar el presupuesto de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.