En las negociaciones previas a la cumbre sobre cambio climático de Durban, cuando quedan tan sólo tres días para que comience la reunión internacional, Japón ha señalado que apoya la adopción inmediata de un nuevo, único y completo, documento jurídicamente vinculante que establezca un marco internacional justo y efectivo en el que participen todas las grandes economías. El nuevo documento debe ser aprobado lo antes posible. Hasta que se construya ese nuevo marco internacional, todos los países deben continuar esforzándose por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Japón también ha hecho hincapié en la importancia de apoyar a los países en desarrollo, en particular, a las regiones y comunidades más vulnerables a los efectos negativos del cambio climático. Ya se han donado miles de millones según lo acordado en la cumbre de Copenhague (COP15). Japón ha señalado que, a partir de 2013, proporcionará ayuda a los países vulnerables en coordinación con la comunidad internacional.
También, como país, se adaptará al cambio climático. Japón ha anunciado esta postura en una reunión previa a la que se celebrará en Sudáfrica, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP17. Es esencial para el futuro del planeta que, de esa reunión, salga un documento jurídicamente vinculante. Japón está dispuesto a unirse a los países que luchan por ese acuerdo.
La postura de Japón es de agradecer. Sin embargo, hay otros países que pueden romper las negociaciones. De hecho, el director ejecutivo del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, ha comentado que haría falta un «milagro» en la COP17 de Durban para acordar un nuevo Protocolo de Kioto.
Steiner cree prioritaria la renovación del Protocolo de Kioto, un acuerdo jurídicamente vinculante adoptado en 1997 en dicha ciudad japonesa que fija objetivos para reducir la emisión de gases causantes del calentamiento global. Es el barómetro político más importante de la lucha contra el cambio climático. Incluso con el Protocolo, no se han reducido todo lo que se debiera.
Acudirán a Durban representantes de casi doscientos países. Es difícil que se llegue a un acuerdo entre todos. La gran amenaza para el planeta, el cambio climático, seguirá su curso.