Las focas de Groenlandia se quedan sin hielo para criar


El calentamiento del Atlántico Norte durante los últimos treinta y dos años ha reducido significativamente la cubierta de hielo en zonas de cría de focas arpa o focas de Groenlandia (Pagophilus groenlandicus). Por esta causa, estos últimos años se han producido las tasas de mortalidad más altas entre las crías de foca. Así se desprende de un estudio dirigido por la Universidad de Duke y publicado en la revista PLoS ONE.

El tipo de mortalidad que está teniendo lugar en el este de Canadá es dramático y pone en peligro la capacidad de recuperación de la población de focas, ha advertido el investigador en el Laboratorio Marino de la Universidad de Duke, David W. Johnston.

El estudio es el primero en mostrar que la cubierta de hielo marino estacional, en las cuatro regiones de cría de focas arpa en el Atlántico Norte, ha disminuido hasta en un 6% por década desde 1979, año en que se comenzaron a registrar los datos mediante satélite. Las focas arpa necesitan hielo estable en el mar durante el invierno para dar a luz y amamantar a sus crías hasta que puedan nadar y cazar por su cuenta. Las focas hembras suelen buscar las placas de hielo más gruesas y antiguas en las aguas subárticas.

Por supuesto, las focas arpa pueden ser capaces de hacer frente a cambios naturales en el clima, pero la investigación sugiere que pueden no estar tan bien adaptadas para reaccionar ante efectos tan a corto plazo, combinados con el cambio climático a largo plazo y las influencias humanas, tales como la caza y la captura incidental. Todos esos factores unidos pueden hacer desaparecer a las focas de Groenlandia.

Los investigadores analizaron imágenes de satélite del hielo en invierno desde 1992 hasta 2010 en el Golfo de San Lorenzo, una región de cría de focas al este de Canadá y las compararon con los informes anuales de varamientos de crías de foca muertas en la región. También compararon los datos con la Oscilación del Atlántico Norte, un fenómeno climático del que dependen la intensidad de los vientos del oeste y las tormentas. Los análisis revelaron que el aumento de la mortalidad de las crías se produjo en el noroeste del Atlántico en los años en que la capa de hielo fue más ligera, y la Oscilación del Atlántico Norte más débil.

Los investigadores se preguntan si las focas serán capaces de responder a esta tendencia a largo plazo, moviéndose a otros hábitats, donde el hielo sea más estable. Informes recientes indican que algunas focas arpa han buscado nuevas zonas de reproducción en el este de Groenlandia.

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