Parece que esta vez la cosa va en serio. Parece. No hay que cantar victoria porque al final los intereses económicos son los que mandan. Sin embargo, se percibe un cierto clima de cambio justo antes de se celebra la Cumbre del Clima de París. México y Estados Unidos han establecido sus propios compromisos y tanto Europa como China están por la labor de aportar su granito de arena contra un problema que nos afecta a todos.
Niveles alarmantes
Las emisiones de gases de efecto invernadero han superado niveles que no se conocen desde hace al menos 800.000 años. Eso es lo que les hace reaccionar ante una problemática que ya dejado de ser el invento de algunos científicos locos. Los progresos tecnológicos y la evolución de la sociedad no se han preocupado del medio ambiente, a pesar de que éste se resiente y lanza señales inequívocas.
Occidente actúa
México tiene planes ambiciosos para 2020 y Estados Unidos más de lo mismo. Barack Obama y el Gobierno Chino llegaron a un acuerdo que significará una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de un 26 a un 28% respecto al a cifra en la que se encontraban en 2005. Quieren dejar a un lado la dependencia de los hidrocarburos y están caminando en la buena dirección.
El espíritu de cooperación estará presente en la Cumbre de París, donde todo el mundo espera que algo cambie de una vez por todas. No será una batalla corta la que tendremos que librar contra el cambio climático, pero con el compromiso de todos será más fácil devolverle al planeta lo que le hemos robado por lo que hemos calificado como evolución.