La ciudad de Sabadell, en España, es referente para la Unión Europea en la reducción del consumo eléctrico y, por tanto, en la lucha contra el cambio climático. El proyecto de contadores inteligentes impulsada por el municipio ha permitido que la localidad se convierta en una de las nueve ciudades que la Comisión Europea ha seleccionado por sus proyectos respetuosos con el medio ambiente.
Algunas de las ciudades europeas elegidas por la Comisión han sido Milán, Varsovia, Helsinki o Bristol. Sabadell es la única ciudad española distinguida con la mención, que parte del Pacto de Alcaldes, una iniciativa de la Comisión Europa que agrupa a más de 4.000 ciudades comprometidas con los objetivos energéticos de la Unión Europea, como la reducción de, al menos, un 20% en el consumo energético.
Ricard Estrada, regidor de Sostenibilidad y Gestión de Ecosistemas de Sabadell, se muestra orgulloso del reconocimiento social e internacional que representa la apuesta del municipio. La idea es sencilla: un aparato que mide en tiempo real el consumo eléctrico de una casa para conocer cuánto se consume, así como las emisiones de C02 que se reducen o el dinero que se gasta.
Los objetivos del proyecto de contadores inteligentes son reducir el consumo energético y las emisiones de CO2, implicar a la ciudadanía fomentando la participación proactiva en la protección del medio ambiente y disponer de datos cuantitativos de consumo para conocer y animar el cambio de hábitos energéticos.
El contador ayuda, por ejemplo, a detectar picos de consumo y a identificar mejoras, como cambiar bombillas por otras de más eficientes, optimizar el uso del horno o comprar regletas que reducen los consumos ocultos de standby. Gestos sencillos, que no cuestan ningún esfuerzo ni dinero y que cualquier persona puede poner en práctica.
El ahorro conseguido se ha obtenido comparando el consumo según las facturas de electricidad del año anterior y los datos proporcionados por el contador inteligente. Se detecta una reducción del consumo eléctrico y, por extensión, de las emisiones de gases de efecto invernadero, del 12,5%, que corresponde a 119 kilovatios por habitante cada año. El ahorro económico es de unos 51 euros anuales por hogar.
En un año, se estima que la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero asociada a la campaña sería de más de 3 toneladas de CO2 equivalente.