Realizar una medición fiable de los efectos del cambio climático es la mejor forma de convencer a la población en general y a (ciertos) políticos en particular de que, de hecho, existe y hay que combatirlo con medidas acertadas cuanto antes.
En Cancún, se ha presentado una nueva tecnología, desarrollada por la Universidad española de Cantabria, que mide el impacto del cambio climático en los 72.000 kilómetros de costa latinoamericana. Se medirán diferentes factores cada cada cinco kilómetros.
El proyecto fue presentado en el lugar ideal: la 16ª edición de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático o cumbre de Cancún. Al acto, en apoyo del proyecto, asistieron la ministra española de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, y la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena.
Según la ministra de Medio Ambiente de España, la tecnología ya se ha probado en España con éxito. Con los datos proporcionados, se han podido llevar a cabo acciones para la adaptación y gestión de las costas del país europeo. Señaló, así mismo, que la región de América Latina es especialmente vulnerable a las consecuencias del cambio climático, al tiempo que sus niveles de respuesta son muy heterogéneos, cada zona deberá enfrentar el problema desde una perspectiva diferente.
La tecnología desarrollada por la Universidad de Cantabria, que la CEPAL difundirá entre sus países miembro, evalúa los riesgos del cambio climático en la costa y en las playas, midiendo factores como el viento, el oleaje o la subida del nivel del mar.
El responsable del proyecto, el catedrático de Ingeniería Litoral de la Universidad de Cantabria, Raúl Medina, señaló que se puede conformar una gran base de datos que ayudará a responder a preguntas como qué zonas de Brasil se inundarán por la subida del nivel del mar, qué puertos perderán operatividad o qué pérdidas se producirán por la erosión de las playas.