En la Península de Florida, en el sureste de Estados Unidos, durante diciembre y enero, sus asombrados habitantes no saben si es invierno o primavera. El clima inusualmente cálido prolonga el otoño. El invierno parece no querer llegar este año. Aunque, más que otoño, las temperaturas parecen más de un primaveral mayo.
En todo el suroeste de Florida, el tiempo se aproxima a un récord histórico de altas temperaturas invernales. En los años ochenta del siglo pasado, tanto en la costa como en el interior se alcanzaron varios récords. En 1974, los termómetros llegaron a marcar 30 ºC en enero. Se espera que dicha temperatura sea superada este 2013.
Pero, aunque el calentamiento global sea una noticia terrible, algunos animales lo agradecen. En Florida, se ha reducido el número de manatíes muertos por las altas temperaturas del invierno. Con todo, fallecieron 392 ejemplares, una cuarta parte de ellos, directa o indirectamente, por las actividades del ser humano.
Así lo ha señalado la Comisión para la Pesca y Fauna Salvaje de Florida (FWC, por sus siglas en inglés). Cada año, esta organización hace un recuento de las muertes entre estos mamíferos acuáticos, a los que también se les llama vacas marinas. Los manatíes están protegidos para evitar su extinción.
Tres años seguidos de bajas temperaturas
Durante los tres pasados años, se alcanzaron récords, esta vez no de altas temperaturas, sino de muertes de manatíes. Los expertos dijeron que una de las causas eran las bajas temperaturas. En 2011, murieron 453; en 2010, 766, la cifra más alta jamás registrada; y, en 2009, 429.
Los manatíes viven en aguas dulces y en aguas saladas y son muy sensibles a la bajada de las temperaturas. Cuando bajan mucho, suelen acercarse a la costa y, en algún caso, incluso entran al interior remontando los ríos. Buscan centrales eléctricas y otras infraestructuras humanas que calientan el agua. Lo malo es en este viaje a aguas más cálidas se cruzan con barcos con los que pueden chocar y resultar heridos.
Según datos de la FWC, durante la temporada pasada hubo 81 muertes causadas por embarcaciones, una cifra ligeramente por debajo de la media de los últimos cinco años.