François Hollande, el presidente de Francia, no parece ir de farol cuando habla de lo importante que es combatir el cambio climático. En diciembre se celebra la Cumbre del Clima en París y quiere que todos los países se comprometan con la causa elaborando estrategias nacionales sólidas. Lo malo es que hasta el momento solo lo han hecho 37 de los 196 países que van a participar en dicha cumbre.
Gobiernos y empresas deben ir de la mano
Además de exigir esfuerzo a los gobernantes, Hollande cree que es imprescindible la ayuda de las empresas. Por eso se ha dirigido a las de su país con el fin de alcanzar los objetivos que se han marcado. Tanto Francia como Alemania han ampliado del 80 al 95% el porcentaje de reducción de emisiones de dióxido de carbono hasta 2050 respecto a 1990.
El mercado verde está en auge pese a que hay ciertos intereses económicos que tratan de echarle freno. Es el caso de las energías limpias, que están creciendo con menos vigorosidad de lo que sería deseable por culpa de las multinacionales que controlan el sector energético.
En la cumbre Negocios y Clima, que también se va a celebrar en París, no van a ser pocas las marcas que van a dar su opinión sobre el tema. Saben que los consumidores valoran cada vez más el compromiso de las empresas con el medio ambiente, así que para ellos esa implicación con el planeta va más allá de lo que se pueda leer en un apartado de responsabilidad social corporativa. Y menos mal que es así, porque de lo contrario muchos directivos esconderían la cabeza como los avestruces.