El cambio climático y el calentamiento global hay que tomárselos en serio porque cada vez se van conociendo más afecciones con las que parece que, lejos de empezar a poner solución, la situación se agrava. Una prueba de ello es el nuevo y gran agujero en la capa de ozono que se ha encontrado en los trópicos y que es siete veces más grande que el de la Antártida.
El agujero
El agujero de ozono detectado se está abriendo sobre las regiones tropicales. Su formación parece que se remonta a la década de los años 80, pero ha sido descubierto ahora por la comunidad científica, en concreto, por el equipo de la Universidad de Waterloo en Ontario, en Canadá.
Los datos de los científicos constatan la existencia de un gran agujero de ozono activo durante todo el año en los trópicos y en el que hay un área de pérdida de ozono superior al 25% en comparación con la atmósfera no perturbada.
El agujero está situado en la estratosfera inferior y los científicos, en cuestión de profundidad, lo comparan con el antártico primaveral, aunque su área es siete veces mayor.
Un posible gran impacto
Este hallazgo es especialmente importante porque los trópicos son la mitad de la superficie del planeta, además de vivir en esta zona prácticamente el 50% de la población mundial. Una afección por la que los científicos consideran que este agujero debe ser motivo de preocupación.
El agotamiento de la capa de ozono puede conducir a un aumento de la radiación ultravioleta a nivel del suelo. Esto contribuiría a incrementar el riesgo de padecer cáncer de piel y cataratas en los seres humanos.
Y eso no es todo. Otros posibles efectos son el debilitamiento del sistema inmunológico humano, la disminución la productividad agrícola y afectar negativamente a los organismos y ecosistemas acuáticos sensibles.
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