Como se preveía, Australia ha alcanzado un récord de temperatura máxima: nada más y nada menos que 40,33 ºC de media. Según la Oficina de Meteorología del país, en algunas zonas se han llegado a una temperatura de 54 ºC. La ola de calor extremo podría continuar algunas semanas.
Según el director de la Oficina de Meteorología de Australia, David Jones, esta ola de calor no tiene precedentes ni en duración, ni en intensidad ni en extensión. Jones ha señalado que la causa es el cambio climático. El lunes 7 de enero se batió el récord histórico del 21 de diciembre de 1972, hasta ahora el día más caluroso de la historia. La mayor temperatura puntual se midió en enero de 1960 en el aeropuerto de Oodnadatta, en la región de Australia Meridional.
El cambio climático varía cada año. Algunos son más calurosos que otros dependiendo de varios factores. Pero los récords tienden a las temperaturas altas y no a las bajas. Y esto no puede explicarse por otros factores como cambios naturales. Sólo se puede explicar por el calentamiento global.
Un nuevo color para los mapas de temperaturas
Jones ha explicado que van a tener que incluir un nuevo color para representar en los mapas temperaturas tan altas. El actual sistema no tiene ningún color asociado a temperaturas más allá de los 50 ºC. Se prevén temperaturas de hasta 54 ºC, que serán representadas por el color morado.
Las altísimas temperaturas que está sufriendo Australia están provocando numerosos incendios desde la época navideña. Las llamas han arrasado varias regiones. Los expertos atribuyen la ola de calor al fenómeno de El Niño, que produce anomalías climáticas por la diferencia de temperatura en las aguas superficiales con las más profundas del océano Pacífico.
Los océanos son más cálidos, los trópicos son más cálidos y el sistema climático global tiende al extremo. Según Jones, no existe ninguna parte del mundo que no haya sufrido las inclemencias del calentamiento global. El cambio climático afecta a todo el mundo.