La comunidad autónoma de Castilla-La Mancha ha decidido luchar contra el cambio climático. Y lo va a hacer con un plan concreto: la Estrategia Regional de Mitigación y Adaptación frente al Cambio Climático. Después de meses de discusiones entre todos los agentes sociales, el texto final consta de 147 comentarios y sugerencias analizadas en su totalidad por la Oficina de Cambio Climático de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente.
La estrategia de Castilla-La Mancha es una de las primeras que se elabora en España. Prevé medidas de adaptación de forma conjunta a las de mitigación y fija el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de la región en 3,2 millones de toneladas de dióxido de carbono para el 2012.
Muchas han sido las instituciones y asociaciones que han aportado sus ideas: la Fundación CONAMA, la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha, los sindicatos Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores, la Confederación de Asociaciones de Vecinos CAVE, la Unión de Cooperativas Agrarias UCAMAN, la Coordinadora de Agricultura y Ganaderos de Castilla-La Mancha COAG y Ecologistas en Acción.
Se trata de un instrumento que planificará la organización racional y equilibrada del territorio y, en general, de los recursos naturales. Además, se tratarán de realizar las actividades y usos de los recursos teniendo siempre presente el desarrollo económico y social y el respeto por el medio ambiente, la preservación de la naturaleza y la protección del patrimonio arquitectónico, histórico y cultural.
Uno de los puntos de la estrategia es el nuevo Plan Eólico de Castilla-La Mancha. Este plan ordena y planifica el desarrollo y aprovechamiento estructural de los recursos energéticos eólicos en la región. Además, tratará de incrementar la generación eléctrica eólica en Castilla-La Mancha mediante la instalación de 2.500 megawatios hasta 2014, lo que necesitará una inversión de más de 3.000 millones de euros.
Otro objetivo fundamental de la estrategia es conservar el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera y promover el uso racional de sus humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales, así como a través de la cooperación internacional.