El Atlántico Norte se calienta


Una prueba más del calentamiento global: la temperatura del océano Atlántico se incrementó en su zona norte durante la primera década de este recién comenzado siglo XXI. El Mar del Norte está siendo especialmente afectado, según la opinión de científicos que participan en un encuentro científico internacional sobre medio ambiente y ecosistemas marinos que se está celebrando en Santander (España).

Se trata del Simposio Decadal ICES/NAFO sobre la Variabilidad Climática en el Atlántico Norte y sus Ecosistemas en el periodo 2000-2009. Ahí se ha confirmado este incremento de temperatura en el mar. Este congreso celebra su tercera edición, después de realizarse en 1991 en Finlandia y en 2001 en Escocia. Un total de ciento treinta científicos de todo el mundo han impartido cuarenta ponencias y han presentado ochenta paneles durante tres días.

El organizador local del evento es el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y ha contado con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación, la Consejería de Medio Ambiente y la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad del Gobierno de Cantabria, así como la Fundación Botín, la Universidad de Cantabria (Cantabria Campus de Excelencia Internacional), el Ayuntamiento de Santander y la Agencia Estatal de Meteorología.

La nota final de Simposio ha destacado que, dentro del Atlántico Norte, tras las investigaciones sobre las tendencias de las variables físicas y las respuestas biológicas de los organismos para cada una de las tres zonas estudiadas, en todas ellas aparece la persistente tendencia a un incremento de la temperatura e, incluso, de la salinidad, que afectó a la densidad del agua y a los patrones de la circulación oceánica. La respuesta ecológica al cambio climático varía en cada región, y la dinámica del plancton o el reclutamiento de las poblaciones de peces se ve afectado de diversas formas.

En la última década se ha seguido produciendo un calentamiento de las aguas del Atlántico Norte. Dicho calentamiento está teniendo efectos importantes, especialmente en la fracción planctónica de los ecosistemas marinos. Existen evidencias de cambios significativos en la abundancia relativa de las distintas especies que componen el plancton y, en general, se puede constatar la creciente influencia de las aguas subtropicales en las aguas subpolares. El plancton es la base de la alimentación de muchas especies marinas. Si disminuye o se altera su estado, puede afectar a todo el ecosistema marino.

Estos cambios se están produciendo en el Atlántico Norte, pero también en otros océanos y mares del mundo.

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