El cambio climático tiene para todos, y los murciélagos tampoco se salvan de sufrir el impacto del calentamiento global. De acuerdo con un estudio publicado en Mammal Review, los cambios de temperatura, así como los eventos climatológicos extremos, ya están poniendo en jaque a un buen número de especies de estos mamíferos voladores.
El aumento progresivo de las temperaturas de cara al futuro agravará el problema, es decir, hará más difícil para los murciélagos la búsqueda de alimento y afectará a su reproducción, tamaño, a sus dormideros o refugios y empeorará sus enfermedades. Así, según los científicos de la británica Universidad de Queens, la situación es alarmante y, además, se espera un empeoramiento.
Los ecosistemas también se verán muy afectados por estos cambios, pues los murciélagos son piezas fundamentales para su equilibrio por tratarse de animales polinizadores que dispersan las semillas de muchas plantas, además de controlar plagas de insectos.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos revisaron la literatura científica sobre los impactos del cambio climático observados en distintas especies de murciélagos. Fue de este modo, sumando una interminable suma de ejemplos negativos, como se encontraron con un panorama desalentador.
En concreto, los murciélagos se revelaron especialmente vulnerables a la desidratación, por lo que en periodos de sequía tendrán que volar largas distancias para encontrar agua. También tendrían que despertar antes de la hibernación conforme aumenten las temperaturas, si bien clima cálido podría beneficiar a las hembras en el cuidado de las crías. Otro de los problemas sería la dificultad de emigrar a zonas más frías para los murciélagos que ya viven en las latitudes y altitudes más altas. De las 47 especies de murciélagos europeos y estadounidenses investigados, 38 corren este tipo de riesgos, que sumados suponen una gran amenaza, sobre todo para las especies en peligro de extinción.