¡Y eso que el país está en una crisis económica y a un paso de caer en recesión! Las pequeñas empresas cierran y los ciudadanos tienen menos poder adquisitivo… pero parece que no se privan del coche cada día. Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en el sector industrial y de la energía (conocido como sector ETS) aumentaron, en 2011, un 9,2%.
El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Arias Cañete, ha señalado el dato al inicio de su intervención en la Comisión de Cambio Climático del Congreso de los Diputados. También ha explicado las medidas que aplicará el Gobierno para solucionar este grave problema.
Al inicio de su intervención en la Comisión de Cambio Climático del Congreso de los Diputados para explicar las líneas del Gobierno sobre este asunto, Arias Cañete, contagiado por alguno de sus colegas ministros, ya ha adelantado que todo irá a peor. Las emisiones no van a disminuir, sino que van a aumentar. Parece que el Gobierno, en este y otros asuntos, se contenta con avisar al ciudadano de que la cosa va a empeorar, aunque se tomen medidas al respecto. ¿O es que no se toma ninguna medida? ¿Para qué están ahí, entonces? El ministro ha añadido que los datos definitivos sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) no se conocerán hasta el próximo 18 de mayo.
El incremento del 9,2%, se debe, entre otras causas, al Decreto del Carbón, aprobado por el Gobierno anterior para favorecer la quema del carbón nacional. Pero también ha reconocido que las emisiones en los sectores difusos (transporte, sector residencial, etc.) no se han reducido lo suficiente y será muy complicado para España cumplir el primer periodo del Protocolo de Kioto.
Por fin, ha apuntado que el camino para cumplir ese objetivo será mediante la compra de derechos de emisión. Para ello, España va a necesitar unos 194 millones de toneladas de CO2 en lugar de los 159 millones de toneladas previstas por el anterior Gobierno, lo que deja un déficit de 105 millones de toneladas de CO2 antes de 2015. En un Gobierno tan preocupado por el gasto público, la política coherente sería reducir las emisiones, y no pagar por seguir contaminando.
Así, se pagarán entre 450 y 800 millones de euros para seguir emitiendo. ¿Cuánto se ahorraría con una política que lograra reducir las emisiones?