La sobrepesca y el cambio climático amenazan los océanos


Las altas temperaturas y la sobrepesca son grandes enemigos de los ecosistemas marinos, es cosa sabida y, de hecho, aun siendo problemas claves ni siquiera son los únicos, puesto que la contaminación por plástico, pongamos por caso, constituye otro drama ambiental con un fuerte impacto en los mares.

Centrándonos en el récord de temperaturas del 2016, según un estudio publicado en Science Advances llevado a cabo por investigadores australianos, neozelandeses y españoles, el aumento récord de la temperatura acabó siendo absorbido por los mares y océanos.

Cambio climático, sobrepesca y océanos

El estudio se centró en observaciones satelitales de tres factores fundamentales, como son el cambio de corrientes e incremento de la temperatura en sus aguas, así como en el aumento de los niveles de productividad marina en las últimas tres décadas.

Para llegar a las conclusiones también se estudiaron miles de especies marinas, incluyendo peces, mamíferos marinos y aves a partir de datos de distintas organizaciones conservacionistas, como la International Union for Conservation of Nature (IUCN).

Finalmente, el estudio concluyó que los lechos marinos son áreas especialmente castigadas por el cambio climático. En particular, entre las áreas más afectadas se encuentran la costa este de Estados Unidos y Canadá, el suroeste de Australia y de Nueva Zelanda, el Mar del Norte o, por ejemplo, el área de Ecuador.

El trabajo apunta que las zonas más afectadas están sufriendo cambios importantes de temperatura. En algunas las aguas se enfrían y en otras se calientan excesivamente, además de provocar cambios que modifican los ecosistemas de forma importante.

Por último, la investigación señala la sobrepesca como otro gran problema que no puede obviarse si de conservación de ecosistemas se trata. En sus observaciones al respecto durante los últimos 60 años la explotación pesquera ha perjudicado peligrosamente a la biodiversidad. Junto con los problemas añadidos que representa el cambio climático para los océanos, éstos se encuentran inermes.

¿Su conclusión final? Es más que obvia: solo si intervenimos cuanto antes y de forma eficaz podrán evitarse consecuencias desastrosas para los océanos y, cómo no, por extensión para el planeta y sus moradores.

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