En Hungría, algunas de las aves que emigran cada año en invierno, este año no lo han hecho. Así lo han constatado los ornitólogos de aquel país. Además, parecen desorientadas. Como si pensaran, yo no debería estar aquí, pero, si no hace frío, ¿para qué me voy a ir? Habitualmente, algunas aves, como las grullas, realizan un viaje buscando climas más cálidos, trasladándose, principalmente, al continente africano.
El invierno pasado se quedaron unos mil pájaros, cuenta el ornitólogo Bela Tokody, mientras que este año, en la cuenca de los Cárpatos, se han quedado tres mil. A las aves ya no les renta un viaje tan largo cuando en Hungría hace un frío soportable. Aunque los científicos aún investigan el porqué de la actitud de estos pájaros, ya se apunta a que el culpable es el calentamiento global causado por el cambio climático.
Grullas, gansos y otras aves se pueden ver pasando el invierno en tierras húngaras, algo nunca antes visto. Para Robert Veprik, director de un parque natural, es causa del cambio climático. Pero también señala que, hasta dentro de diez años no se podrá saber con certeza de qué modo afecta este calentamiento a las aves.
El problema llega con la escasez de comida de los bosques húngaros, en muchos casos cubiertos por la nieve, con las ramas de los árboles sin hojas, con muchos animales invernando sin salir de sus guaridas. Por ello, muchos ciudadanos húngaros han comenzado a colocar comida para alimentar a las aves que han decidido quedarse a pasar el ya no tan frío invierno. Sin embargo, esto no es más que una solución provisional. Si no se toman medidas más contundentes, muchos pájaros europeos podrían desaparecer, según avisa la organización WWF. Hungría no es el único país europeo que ha detectado este cambio de comportamiento en sus aves.
El calentamiento global, no sólo afecta al nivel del mar y al deshielo acelerado de los glaciares, también modifica los distintos ecosistemas y, por tanto, los hábitos de sus habitantes.