Las reservas naturales pueden no ser suficientes para salvar los arrecifes de coral


Un nuevo estudio ha analizado el diseño de las reservas que tratan de proteger los arrecifes de coral del cambio climático y los resultados indican que sólo el 15% de los arrecifes de coral en las Bahamas, que ha sido el área de estudio, sería capaz de soportar el aumento de la temperatura y que, por tanto, se puede dudar de que las reservas marinas sirvan para algo.

El aumento de la temperatura del mar ya ha causado el blanqueamiento de muchos corales, producido por la muerte de las algas que viven en simbiosis mutuamente beneficiosa para ambas especies. Esta circunstancia puede amenazar la supervivencia de los corales. Pero es que se espera que los océanos sigan calentándose por el cambio climático, ya que es probable que cause más blanqueo y una mayor pérdida de corales. En todo caso, según el estudio, aunque las reservas no proporcionan refugio contra el cambio climático, sí pueden proporcionar el potencial de los corales para adaptarse al estrés causado por el cambio climático.

También se ha descubierto que larvas de coral pueden desplazarse entre distintos arrecifes. El estudio clasifica la respuesta de los corales al estrés sufrido por el cambio climático y lo relaciona con este modelo de la conectividad de larvas. Se trata de investigar el potencial de las reservas marinas para ayudar en la adaptación de los corales.

Los arrecifes se clasificaron según su nivel de estrés agudo (medido por el número de semanas, cuando la temperatura era de 1 ºC por encima de la temperatura normal) y según su nivel de estrés crónico (medida por la temperatura máxima media mensual de todos los años en que el estrés no fue agudo). El estrés agudo fue mayor en Bahamas centrales y el estrés crónico fue mayor en el oeste, cerca de la Corriente del Golfo. Como era de esperar, el estrés agudo ha tenido un mayor impacto negativo que el estrés crónico. Después, el estudio analizó la dispersión de larvas, cuyos resultados indican que las escalas de dispersión son lo suficientemente grandes como para conectar los arrecifes haciendo posible una extensa y conectada red de reservas marinas.

Además, se descubrió que un 15% de los arrecifes serán más resistentes al cambio climático en cualquier modelo climático posible. Ésos son los que hay que proteger más que ningún otro como reservas naturales. Para los investigadores, esto supone un marco que deberá ser ampliado para considerar el ecosistema en su conjunto y las posibles limitaciones socioeconómicas de la creación de reserva.

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