El día 5 de mayo de 2012 se desarrolló una acción global reivindicativa con el objetivo de concienciar sobre la importancia de luchar contra el cambio climático. Se llamó Climate Impacts Day. Ese día, desde diversos lugares del planeta, se tomaron fotografías para que reflejaran de algún modo la relación entre el cambio climático y los fenómenos climatológicos extremos. El objetivo es educar, informar, documentar y protestar sobre un problema que afecta todos los ciudadanos del mundo.
Fotografías a color y vídeo grabado en vivo en más de cien países fue el balance de la jornada, que conectó, por un día, a los ciudadanos que sufren fenómenos meteorológicos extremos. Es decir, a todos los ciudadanos del mundo. La campaña fue coordinada por la organización 350.org. Pero es una campaña que continúa: se pueden seguir mandando fotografías.
Lugares azotados por la sequía, como Mongolia, países devastados por las inundaciones, como Colombia, o destrozados por los incendios, como Australia, o comunidades amenazadas por el derretimiento de glaciares, como los pueblos que habitan los Andes. Kenia, Canadá, Vietnam, El Salvador, desde cualquier lugar se puede mostrar un punto climático para conectarse con el resto.
La idea es compartir esas imágenes de todo el mundo para todo el mundo y plantarle (y ponerle) cara al cambio climático. El mundo se tiene que ver reflejado y la gente no tendrá otra opción que enfrentarse al mayor problema de la humanidad en la actualidad. El Día de la Tierra, el 5 de mayo, como símbolo de la destrucción a causa del calentamiento global.
Ya han llegado las primeras fotos. En Nuevo México, bomberos sobre los restos de la Selva de Santa Fe, donde se quemaron cientos de hectáreas de tierra el pasado verano.
En Pakistán, las mujeres sostienen puntos antes de que la estructura provisional que se convirtió en su casa después de las inundaciones devastaron las cercanías del río Indus, matando a 1.600 personas y desplazando a más de dos millones.
En el Líbano, más de mil estudiantes representaron puntos con las ruedas de una bicicleta enorme en protesta por la contaminación que ha llegado a niveles de concentración tan alto que los científicos están llamando tóxicos para la salud humana.