Barack Obama quiere dejar la presidencia de los Estados Unidos haciendo las cosas bien. Por eso no va a mirar hacia otro lado cuando se trata de abordar una cuestión tan importante como lo es el cambio climático. Quiere aportar su granito de arena sabedor de que su país juega un papel muy importante dentro de las acciones que se pueden llevar a cabo, así que se ha puesto manos a la obra para buscar apoyos en el ámbito privado.
Recursos para un mundo mejor
Por el momento ha logrado convencer a 81 empresas que se han comprometido a luchar contra el cambio climático. Su llamada al compromiso ha sido recibida de buen agrado y el compromiso económico se estima que ascenderá hasta los 160.000 millones de dólares, una cifra que esperan multiplicar tras la celebración de la importante conferencia que tendrá lugar en París en el mes de diciembre.
El líder de Estados Unidos considera que «necesitamos un resultado contundente para reducir las emisiones de carbón», así que espera que todos los países sigan su ejemplo y se unan a la causa. También China, uno de sus históricos rivales por eso de defender dos modelos económicos totalmente distintos. Esperan que desde el gigante asiático estén dispuestos a arrimar el hombro por un bien común.
Toca pasar de las palabras a los hechos
Johnson & Johnson, Intel, Hershey’s, PG&E y Berkshire Hathaway Energy… Son algunas de las grandes empresas que han levantado el pulgar ante la llamada de Obama. Sin duda, un gesto que se agradece y que se espera que tenga resultados positivos, porque también es verdad que es muy fácil subirse al carro del compromiso de palabras sin pasar a los hechos.