Da la sensación de que la discusión sobre el calentamiento global se reduce, muchas veces, a un debate sobre cuánto aumentará la temperatura de la Tierra en los próximos. Por supuesto, no se puede saber con seguridad la cifra exacta, ya que ese aumento depende de muchos factores.
Pero, dentro de esta «guerra» de cifras, resulta curioso que sea una compañía auditora la más pesimista al respecto. Más pesimista, incluso, que los propios ecologistas o que los expertos en Climatología. Ha sido un grupo de economistas de PricewaterhouseCoopers (PwC) los que predicen un aumento de 6 ºC en las temperaturas globales dentro de noventa años, para finales de este siglo.
Cabe recordar que los científicos han avisado en numerosas ocasiones que un aumento de 2 ºC acarrearía consecuencias catastróficas para el planeta y se llegaría a un punto de no retorno, es decir, a una situación en la que ya no habría vuelta a atrás en el cambio climático, en la que ya no se podría hacer nada al respecto. Todo ello, con ese aumento de sólo 2 ºC. Ahora, los expertos de PwC predicen 6 ºC. Da miedo.
Ante este nuevo cálculo, los objetivos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático parecen inalcanzables. Según este nuevo estudio, el mundo tendría que reducir el carbono de la atmósfera, como mínimo, en un 5,1% en cuarenta años.
Frenar el calentamiento, ¿una tarea imposible?
Leo Johnson, socio de PwC, comenta: «Incluso duplicando nuestra actual tasa de descarbonización todavía daría lugar a emisiones que conllevarían a ese aumento de 6 ºC. Para «sólo» aumentar 2 ºC se requiere una mejora de seis veces en la tasa de de descarbonización.
Johnson avisa de que hay que prepararse para un planeta más cálido, para el aumento del nivel del mar, que tendrá un efecto irreversible sobre los manglares y la infraestructura costera; prepararse para un deshielo sin precedentes en Groenlandia y en los glaciares.
Johnson no es un científico, ni mucho menos un ecologista que quiere exagerar los datos para llamar la atención. Johnson analiza el mundo para que la economía de las empresas sepan enfrentarse a lo que viene. Son matemáticas simples, ha dicho. «Nos dirigimos hacia un territorio desconocido». Los negocios tendrán que adaptarse. No hay otra opción. El futuro es desesperanzador.