En la región, nunca se había visto tanto animal muerto. Falta agua. Una terrible sequía está azotando San Juan de Guadalupe. Algunos habitantes han decidido trasladarse a Monterrey, Ciudad Juárez o La Laguna. El presidente municipal, Efraín Padilla, ha asegurado que ya ni el nopal o chumbera, una alternativa para alimentar al ganado, sirve. Los animales mueren de hambre o sed.
Algunos propietarios de los animales tratan de salvarlos sosteniéndolos de un árbol con un lazo, ya que la falta de comida y agua no les permite mantenerse en pie. Mientras, piden ayuda a todos: a las autoridades estatales y federales… y a Dios, para que llueva.
San Juan de Guadalupe está situada a 1.520 metros sobre el nivel del mar. Colinda al norte y noreste con Coahuila y al sur con Zacatecas. Al oeste, tiene los municipios de General Simón Bolívar y Santa Clara de Durango. Cada día, la situación empeora. Los animales mueren casi a diario.
Hasta el momento, según señala el alcalde Padilla, la sequía ha acabado con prácticamente el 50% de los animales. Algunos propietarios vendieron a sus animales por hasta tres veces menos del precio en que se suelen adquirir habitualmente en el mercado. Actualmente, una vaca se vende a 800 o 1.000 pesos. Antes, el mismo animal se podía adquirir por 3.000 pesos. Los ganaderos le ponen un lazo al animal y empiezan a darle comida con la esperanza de que se salve y tenga la fuerza para andar en el campo, por otra parte, completamente destrozado.
No hay otras fuentes de trabajo en la localidad aparte de la poca ganadería que existe y algo de agricultura. Lo suficiente para subsistir gracias al autoconsumo.
La situación es crítica. No hay agua en los abrevaderos para el ganado. Se lleva líquido a las comunidades para el consumo humano. Algunos la comparten con los animales. El más reciente censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía registró 5.947 habitantes.