La escasa autonomía es, quizá, el mayor problema de los coches eléctricos. Pero hay otros, como el calor extremo. Las baterías de ion-litio pueden sufrir un deterioro prematuro si funcionan en lugares donde las temperaturas son muy elevadas. Así, en Arizona, región con clima desértico, hay usuarios que afirman que su Nissan Leaf ha perdido capacidad de recarga y, por tanto, autonomía, en solo un año de uso.
En realidad, este problema técnico sería extensible a cualquier eléctrico. Varios usuarios han afirmado haber sufrido pérdidas del 30% de la capacidad de carga en el primer año de uso de su coche eléctrico. Nissan asegura que sólo calores extremos, de más de 50 ºC, pueden dañar las baterías. En todo caso, están estudiando caso por caso.
La empresa Nissan es pionera en coches eléctricos y, por ello, es la primera compañía que recibe quejas del funcionamiento de sus vehículos. En el manual de usuario del Nissan Leaf se recomienda no aparcar el coche a más de 49 ºC durante más de 24 horas o a menos de -25 ºC durante más de una semana. También aconseja no aparcar el coche bajo el sol directo o junto a fuentes de calor.
No es fácil comprobar cada caso, pero ¿cómo mantener un 80% de capacidad de carga a los cinco años? No es habitual sufrir temperaturas de más de 49 ºC. Pero la temperatura se mide a la sombra, de modo que las referencias térmicas nunca incluyen el efecto del sol directo. Por tanto, habría que preguntarse qué temperatura alcanza el interior de un coche expuesto al sol durante horas. La temperatura límite, en este caso, no parece tan difícil de alcanzar.
Del mismo modo, se produce calor extremo en las cabinas de pintura. En los ciclos de secado de pintura y barniz se alcanzan temperaturas sucesivas de unos 40, 65 y 90 ºC en periodos de tiempo de unos diez minutos en cada fase. Este proceso podría afectar a los componentes internos. Por ello, se recomienda extraer las baterías si se va a realizar el pintado del coche.