Serán casi 20.000 trabajadores de diversas empresas los que participen en esta original iniciativa que tiene como principal objetivo disminuir el consumo energético de las empresas. Se trata de una competición que ganará quien sea capaz de ahorrar más energía en su puesto de trabajo.
El concurso está impulsado por la Fundación Entorno-BCSD de España y se ha llamado Liga Acción CO2. Es una forma de promover la reducción voluntaria de emisiones de dióxido de carbono (CO2) por parte de las empresas. Ojalá tenga tanto éxito como la de fútbol. Difícil.
La competición se celebrará entre compañeros. Los participantes irán acumulando puntos canjeables por premios, siempre que lleven a cabo acciones sencillas en su trabajo diario, respondan correctamente a preguntas que se planteen o propongan nuevas ideas que puedan mejorar el comportamiento energético de la compañía. En definitiva, se buscan trabajadores conscientes de la importancia del ahorro energético para frenar el cambio climático.
La primera empresa que ha implantado esta Liga Acción CO2 entre sus trabajadores ha sido Lafarge (que fabrica hormigón, cemento y otros materiales de construcción). El premio para el ganador, en este caso, será una bicicleta plegable. Hasta el momento, el 72% de los participantes se ha comprometido a cambiar sus hábitos para reducir el consumo energético. Se han aportado un total de 138 ideas.
Un trabajador se compromete a ahorrar media tonelada de CO2
En esta primera parte de la liga, la clasificación está liderada por un empleado que se ha comprometido a ahorrar casi media tonelada de CO2 al año o, lo que es lo mismo, las emisiones de un hogar durante cinco meses. Pero aún queda mucha liga y el ahorro energético es una carrera de fondo.
Los promotores de la iniciativa aseguran que la Liga Acción CO2 permite adaptarse a las características de cada empresa. Además, como el desarrollo de la competición se puede seguir a través de internet, se puede extender la participación a todos los empleados, aunque la empresa tenga distintas sedes. Gracias a programas similares anteriores se logró evitar casi 2.800 toneladas de emisiones y ahorrar más de 518.000 euros al año.