El Príncipe de Gales ha criticado los grupos de presión corporativos y a los escépticos del cambio climático. Ha afirmado que este tipo de gente contribuye a que la Tierra sea como un enfermo moribundo. La humanidad está fracasando en el objetivo de frenar el calentamiento global y gran parte de culpa la tienen estos escépticos.
Lord Stern de Brentford, presente en la rueda de prensa, corroboró las palabras del príncipe, que criticó duramente a las empresas que no cuidan el medio ambiente. Para explicar el cambio climático, el príncipe Carlos recurrió a una metáfora: el planeta está enfermo y tienen que ser los médicos los que traten de solucionarlo. Los científicos saben la causa que nos lleva a la extinción de la humanidad. La medicina para esta enfermedad no puede esperar. Hay que actuar antes de que el enfermo empeore.
El riesgo que corremos si retrasamos el tratamiento es enorme, continuó el príncipe Carlos, y no podemos esperar hasta que estemos absolutamente seguros de que el paciente se está muriendo. Sus palabras no gustaron a los escépticos climáticos. The Global Warming Policy Foundation, una organización dirigida por Lord Lawson que se opone a políticas que tengan como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aseguró que el heredero al trono de Inlgaterra estaba muy alejado de la opinión de la mitad de la población del Reino Unido.
Las declaraciones se realizaron en una reunión de científicos forestales. El príncipe Carlos, anfitrión del evento, calificó a los grupos de presión como «fuerzas de la oscuridad». Y llamó a rechazarlos.
El príncipe ecologista
No es la primera vez que el príncipe Carlos defiende el medio ambiente y la naturaleza y, en general, una vida más ecológica, como la que él mismo lleva, según sus palabras. Sin embargo, los medios de comunicación británicos lo han calificado como uno de los ataques más duros a los escépticos del cambio climático.
El Príncipe de Gales apoya a un grupo de empresas que impulsan la acción empresarial para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El heredero a la corona inglesa elogió a países como Brasil y Noruega en relación con sus objetivos de reducción de la deforestación.