Sequía en Cuba

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Cuba sufre una terrible sequía. No deja de sorprender en una isla con clima tropical, donde las temperaturas no son muy extremas y la humedad relativa media es bastante alta. La región que está sufriendo las peores consecuencias de la sequía se encuentra en el este del país, es la provincia de Las Tunas.

Miles de habitantes de Las Tunas tienen que recibir agua en camiones cisterna. Unas 223 comunidades o barrios periféricos de la provincia sufren desde hace más de siete meses la falta de lluvia. Hay 23 presas en Cuba que tienen almacenada más de 185.000 hectómetros de agua, lo que supone un 53% de la capacidad total y distribuye el líquido elemento de forma planificada.

Ante la sequía, no ha habido más remedio que tomar medidas de ahorro tanto por parte de los hogares como en los centros laborales. Todos esperan un periodo de abundantes precipitaciones que solucione el gran problema. La paradoja es que, después de un periodo tan seco, hay probabilidades de que que las lluvias sean torrenciales y de que se invierta la situación, es decir, que se sufran problemas por inundaciones.

La ganadería también sufre las consecuencias de la sequía. Miles de cabezas de ganado reciben agua en los camiones cisterna o han sido trasladadas a lugares con agua para que no mueran de sed. Se están volviendo a perforar pozos por si se encuentra agua en las profundidades de la tierra.

Más del 80% de las áreas de cultivos de la región son de secano. Aun así, se tienen que usar sistemas de riego si no se quieren perder las cosechas. En la provincia de Las Tunas viven medio millón de habitantes, aproximadamente. Tradicionalmente, ha sido una región agrícola, ganadera y azucarera, situándose allí algunas industrias de producción de azúcar y derivados. Es la región cubana donde menos llueve. Afortunadamente, entre 2006 y 2008 las abundantes precipitaciones llenaron los embalses del país.