Teniendo en cuenta que al cambio climático no le van las medias tintas, y que España es un país con problemas de desertización, no extraña que nuevas previsiones para el país hablen del aumento de sequías extremas en 2050.
Si acierta este estudio de la Universidad Politécnica de Cartagena, la sequía severa será el clima normal del país, o poco le faltará, pues va a apretarnos más allá de lo soportable a mitad de siglo. Lo más preocupante es que lo hará de forma generalizada en todas las zonas peninsulares, concluye el grupo de investigación de Gestión de esta universidad.
El grupo llegó a esta conclusión utilizando un método desarrollado por Juan Diego Giraldo en una reciente tesis doctoral, que combina modelos climáticos regionales con otros no estacionarios para estudiar climas extremos (precipitaciones y sequías) en la cuenca del río Senegal, de régimen tropical y situado en África Occidental.
El nuevo sistema se aplica mediante un programa informático, y sirve para pronosticar fenómenos metereollógicos extremos, como lluvias o tormentas interminables, inundacionesm terribles sequías, etc. Sus conclusiones, por lo tanto, son una valiosa información de cara a la prevención.
Después de conocerse los resultados para España, los investigadores apuntan que sus conclusiones deberían tenerse en cuenta en un sinfín de políticas, por ejemplo en la elaboración de planes hidrográficos.
Por su parte, la tesis de Giraldo siguió la evolución de las inundaciones en África Occidental, también con el objetivo de que sus poblaciones pudieran prepararse frente al cambio climático. Por supuesto, las causas humanas son los factores que provocan el calentamiento global y, como consecuencia de ello, esta locura climática que en España amenaza con freirnos de calor, mientras en otros lugares ocurre todo lo contrario.
De seguir aumentando las emisiones de dióxido de carbono como hasta ahora, el principal gas de efecto invernadero, aumentará las temperaturas dos grados centígrados para 2052 y 2,8 grados en 2080.