El cáñamo se usa desde hace ocho mil años en diferentes industrias, aunque, sobre todo, para elaborar vestidos, velas para barcos y otras piezas de la industria naval, cordajes o papel. Ahora, investigadores de la Universidad de Alicante quieren dar un nuevo y ecológico uso a esta planta: la absorción de gases contaminantes.
Se trata de crear filtros ecológicos de carbón que se fabrican a partir de residuos de cáñamo. Es el proyecto CARVOC (filtros innovadores ecológicos de carbón activado para la eliminación de compuestos orgánicos volátiles). El objetivo es atrapar los vertidos accidentales de gases industriales tóxicos mediante filtros de carbón activado a partir de residuos del cáñamo.
El proyecto está financiado por la Comisión Europea y tiene un presupuesto total de 1,5 millones de euros. Se desarrollará hasta finales de 2014. Participan instituciones y empresas de España, Francia y el Reino Unido.
Los filtros de cáñamo serán ubicados en sistemas industriales de filtración y en equipos de protección personal. También serán incluidos en productos que funcionan como purificadores de compuestos orgánicos volátiles y se usan en aplicaciones cotidianas e industriales. Estos compuestos actúan como precursores de la formación de ozono en la superficie terrestre, donde su presencia es negativa. Algunos, además, son muy tóxicos. Incluso los hay que son cancerígenos. Otros compuestos favorecen la destrucción de la capa de ozono.
Para fabricar estos filtros se utilizarán residuos de cáñamo procedentes de la agricultura y el procesamiento industrial. El cáñamo es un cultivo sostenible con características ambientales beneficiosas. Sus residuos tienen algunas ventajas para la preparación de carbón activado, un material poroso capaz de adsorber sustancias gaseosas y líquidas.
Disminuir la importación de carbón mineral
En la actualidad, el 60% de los carbones activados producidos en todo el mundo se obtienen a partir de carbón mineral. Con este compuesto se eliminan contaminantes en forma de gas (sulfuro de hidrógeno, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, vapores de gasolina) o líquidos (aguas industriales, aguas residuales, tintorerías, acondicionamiento de aguas potables, etc.).
El grupo de investigación MCMA de la Universidad de Alicante empleará diferentes métodos para activar estos residuos de cáñamo y preparar carbones activados con texturas porosas adecuadas para gases y vapores, de modo que puedan reducir los contaminantes.
Por otra parte, el proyecto CARVOC servirá para reducir la cantidad de carbón activado importado, que ahora es un 26%, produciendo un material competitivo a partir desechos de cáñamo.